lunes, 7 de enero de 2008

ANTONIO EN EL RECUERDO

ANTONIO DEL MORAL CABEZA 20 de diciembre del 2.007

Nunca hubiese podido imaginar él tener que escribir en estos momentos y por ésta causa y mi único deseo es poder olvidar (cuanto antes) los ingratos momentos vividos en este final del año 2.007 y el principio del 2.008.

Quizás por eso he tardado en decidirme en intentar expresar la tremenda tristeza, impotencia y poco sentido de la lógica que supone para mí ¡ver y aceptar! Como resulta posible, que una persona joven (aparentemente sana) y tan cercana a ti, pueda dejar de existir de una manera tan poco predecible (máxime) cuando solo unos días antes comparte contigo los mejores deseos para un próximo año al que pedía qué (aparte de salud para todos) le pudiese traer la tranquilidad espiritual de terminar con la incertidumbre que supone el estar muchos años trabajando para poder conseguir la estabilidad laboral por la que se viene luchando y en la qué (pese a esta lucha) tienes una y otra ves que convencerte de qué la posibilidad de que tus sueños y deseos puedan convertirse en realidad, no dependa solo de la fe y la entrega que tú ayas puesto en esa lucha, ni del concepto favorable que puedan tener de ti como persona (y del trabajo que realices) los propios usuarios, tus jefes, encargados y compañeros mas inmediatos, sino, en el de quienes crean leyes (o normas) sindicales las cuales, son luego interpretadas al capricho y al antojo de unos “semejantes” que para nada saben (ni se preocupan de saber) cual puede llegar a ser el sentimiento de impotencia y el grado de frustración que puede suponer para un ser humano (que siente y que padece) el no sentirse valorado (o reconocido) y ver como otras personas ocupan sin ningún motivo ni lógica laboral que lo justifique, un puesto por el que as venido luchando durante años.

¡Quede claro! por tanto, que ese reconocimiento personal y laboral ¡siempre! fue pleno por parte de todos sus compañeros de trabajo directos, tanto jefes, encargado, amigos y usuarios, los cuales fueron beneficiarios directos de su trabajo.

Y también ¡que nadie! pueda pensar qué con este comentario se pretenda buscar algún motivo que justifiquen el que pueda dar lugar a que se produzcan este tipo de desgracia, (aunque estoy convencido de que ayudan) y solo quiero que (el mismo) pueda servir como pequeño homenaje y ser fiel a mis sentimientos, y a los de quien ¡para siempre! Recordaré como una gran persona, compañero y amigo, el cual dedicó gran parte de su vida de forma ¡totalmente! altruista a conseguir que muchos niños y jóvenes de nuestra ciudad pudiesen tener la oportunidad de adquirir un buen desarrollo físico a través del ¡DEPORTE!. Concretamente en la práctica del baloncesto.

Y en el plano laboral, él haber impartido dichos conocimientos deportivos, a través de la gimnasia de mantenimiento (especialmente) entre personas mayores y de la tercera edad entre las cuales dejará un vacío muy difícil de cubrir.

Por ultimo desde esta pagina, poder expresar el mas sincero pésame y apoyo ( de todos los que componemos la familia del PATRONATO MUNICIPAL DE DEPORTES, que era también la suya) A su esposa e hija, padres, hermanos y demás familiares, en la seguridad de que nunca lo olvidaremos.

Descansa por siempre en paz.

¡Hasta siempre ANTOÑITO!.

Luis Sánchez Sánchez..

Compañero y amigo.

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GALERÍA PARA EL RECUERDO

Como entrenador del mismo club Entre amigos

1 comentario:

guana dijo...

!Hola¡, aunque tenia conocimiento de tu articulo, hasta hoy no he tenido fuerzas para leerlo. Sin lugar a dudas la perdida de Antonio ha sido una gran perdida para el deporte en Sanlucar, pero sobre todo para sus familiares y amigos. Cuando digo amigos, me refiero a los de verdad, llamese Alejandro, Galán, Llovet, Gonzalvez, Gumi, etc., amigos que a pesar de la herida tan profunda que tenian en sus corazones, ahogaban su dolor y se tragaban sus lagrimas para no provocar el llanto de los que tenian a su alrededor, amigos, que despues de casi dos meses, se les nubla la vista y se les llenan los ojos de lagrimas cuando lo recuerdan, amigos que le hechan de menos cuando entran en el pavellón, amigos que aún giran la cabeza para saludarle cuando llegan al polideportivo esperando verle detras del cristal de conserjeria, en definitiva amigos de verdad, de eso sabia mucho Antonio.
Me dan mucha lastima aquellos otros que dicen llamarse amigos cuando lo que en realidad tienen es un afan de protagonismo desorbitado que les lleva a no respetar ni el "cuerpo presente", o ni tan siquiera el periodo de duelo de la familia.
Gracias Luís por darme la oportunidad de hacer este comentario en tu blog, y siento haberme desahogado en él pero lo necesitaba. Ahora solo nos queda recordar a Antonio en silencio y apoyar a la familia en todo lo que podamos, dejemos los omenajes y plaquitas para las instituciones y para su club de toda la vida que seguro le prepara algo digno.
Gracias a tí "WITTI", "PAPELETA", "FRIJON", "LARGO", "DELMO", donde quieras que este, por darnos tu amistad y brindarnos tu calidad humana.
Estaras siempre con nosotros.